Minería

La minería supone una grave amenaza para los bosques, ya que divide grandes ecosistemas sanos en partes más pequeñas y fragmentadas y provoca una degradación generalizada.

La minería en los bosques tropicales genera una serie de problemas

Las actividades mineras, como la excavación, la construcción de carreteras, el desarrollo de infraestructuras y la disposición de desechos, impulsan una deforestación extensiva en los bosques tropicales de todo el mundo.

Estas operaciones a menudo contaminan los sistemas fluviales vitales de las selvas tropicales con mercurio, ácidos, productos químicos, lodos y sedimentos. Esta contaminación destruye hábitats de fauna y peces, reduce los niveles de oxígeno en el agua y envenena las fuentes de agua potable de las que dependen los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.

La minería también fragmenta los bosques, interrumpiendo su capacidad de funcionar como ecosistemas cohesionados. Además, acelera la erosión del suelo, agota y contamina los suelos forestales, y genera polvo y partículas que degradan la calidad del aire y agravan las condiciones climáticas locales.

Bosques del Mundo se opone a la minería en los bosques tropicales

Pueblos Indígenas

En muchas áreas, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales son desplazados a la fuerza cuando se establecen minas, ya sea a través de expropiaciones o mediante amenazas y violencia. En algunos casos, los Pueblos Indígenas son empleados en las minas o se vuelven dependientes de los ingresos de los mineros. Esto a menudo da lugar a problemas sociales y de salud, incluidos conflictos internos, abuso de alcohol, prostitución y la propagación de enfermedades.

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